Por Luis Martínez Alcántara
Organizaciones civiles como Saber Votar y la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH) denunciaron que la elección del Poder Judicial, realizada el pasado 1 de junio, fue ilegítima y fraudulenta. En conferencia conjunta, sus líderes Guillermo Torres Quiroz y René Bolio Halloran afirmaron que este proceso consolida el control del oficialismo sobre la justicia en México y alertaron que acudirán a instancias internacionales para impugnar los resultados.
Ambos señalaron que la participación apenas superó el 13% y estuvo marcada por irregularidades como el uso de “acordeones” con nombres predeterminados y desinformación generalizada. Según Torres Quiroz, la elección derivará en una Corte dominada por criterios políticos más que jurídicos. “Esto será una Santa Inquisición disfrazada de justicia”, advirtió sobre el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial.
El análisis de perfiles de los jueces y magistrados electos reveló vínculos directos con Morena y el gobierno federal. Casos como los de Lenia Batres o Loretta Ortiz, entre otros, muestran —según los activistas— una “colonización” política del Poder Judicial. René Bolio denunció que esta acumulación de poder replica el viejo modelo autoritario del PRI, pero con un discurso mesiánico y sin contrapesos reales.
También acusaron que el Poder Ejecutivo, el Legislativo y ahora el Judicial están bajo un solo control. Además, instituciones antes autónomas como el INE, INAI o CNDH han sido “neutralizadas”. “Vamos rumbo al totalitarismo”, sentenció Bolio, y llamó a formar nuevos liderazgos sociales que resistan este avance desde lo local hacia lo nacional.
Finalmente, ambas organizaciones señalaron que casos como los de Veracruz y Durango, donde hubo alternancia en más del 70% de los municipios, muestran que aún existe esperanza democrática. “La democracia se recupera desde abajo”, enfatizaron, e hicieron un llamado urgente a la sociedad civil para organizarse, vigilar y exigir a los nuevos jueces, porque “esto apenas comienza”.
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